La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) está formada por 34 países que se comprometen con la democracia y la economía de mercado para los que constituye un foro único de debate, desarrollo y posicionamiento de políticas económicas y sociales.
Pues bien, como ya conocemos en el ámbito educativo, la OCDE organiza el programa PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos); cuyo objetivo es evaluar la formación de los alumnos cuando llega el final de la etapa obligatoria, lo que en España sería la ESO (15-16 años).
Este programa serviría como recurso para ofrecer información abundante y detallada que permita a los países miembros adoptar las decisiones y políticas públicas necesarias para mejorar los niveles educativos. En cambio, la evaluación solo cubre las áreas de: lectura, matemáticas y competencia científica; y pone el énfasis de la evaluación en el dominio de los procesos, entendimiento de los conceptos y la habilidad de actuar en varias situaciones dentro de cada dominio.
Entonces... ¿sirve de algo realmente el informe PISA?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que no en todos los países el sistema educativo se hallan en las mismas condiciones y que las condiciones de vida de un país a otro también puede que cambien bastante.
Además, se trata de un examen estandarizado con diferentes modelos que pone a prueba conocimientos para los que los alumnos han sido especialmente enseñados para poder superar esta prueba; a pesar de que no siempre se relacionen con los conocimientos que el Real Decreto dicta y que tanto preocupa a los docentes seguir.
Por último, y no menos importante, este tipo de prueba no tiene en cuenta a aquellos alumnos que tienen diferentes estilos de aprendizaje (auditivo, verbal, kinésico...) y tipos de inteligencia (Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner).
Esto puede derivar en problemas a la hora de realizar el informe PISA ya que estará basado en resultados de las habilidades de personas entrenadas para superar la prueba y desmotivadas por no poder aprender a su manera.
Lo ideal sería que no solo se evaluaran estas áreas, sino que se le diera más importancia también a ámbitos como el de las Humanidades. El informe PISA tan solo muestra el conocimiento de los alumnos españoles en cuanto a las tres áreas evaluadas, en las que según Álvarez (2016) España ha subido puntos en la de Lectura y se ha estancado en Ciencias y Matemáticas.
Pero este informe no muestra la calidad real de la educación que tenemos y cómo son nuestros alumnos.
Y te preguntarás: ¿por qué tan solo se evalúan esas tres áreas?
Pues bien, como hemos visto en clase, el sociólogo Musgrave (1982) examina la relación del sistema eduactivo con otras instituciones sociales, denominándolo como un intento de responder a cuatro preguntas relacionadas con la educación y el balance entre la estabilidad y el cambio en el mantenimiento de un sistema político democrático que asegure el uso de la gente con talento en nuestra sociedad y provea mano de obra al sistema económico.
En resumen, este sociólogo nos intenta hacer ver que el sistema educativo está muy relacionado con las instituciones sociales y que nos encontramos en una fase histórica tecnócrata.
Pero a pesar de ello hay un constante debate en el usar si usar tanto las tecnologías o no. La solución sería usarlas con conocimiento y con un uso limitado.
En el siguiente vídeo, Iñaki Gabilondo (2016), nos habla sobre para lo que realmente está preparando PISA a los alumnos actualmente:
Por tanto, que un informe como es el informe PISA "obligue" a un alumno/a de 15 años a saber leer una factura o un correo del banco no parecería tan exagerado si tenemos en cuenta que se intenta medir la madurez de estos alumnos, que, a pesar de vivir rodeados de tecnología e información algunos disponen de tarjeta de crédito y no saben distribuir los gastos y algunos ni saben ir a comprar solos. Actualmente, hay adultos que no son capaces de entender bien una factura de la luz, porque nunca les han enseñado al detalle lo que significa cada dato.
Es así que ya no es el deseo de saber manejarse en un mundo económico o tecnológico el que manda, sino que es una necesidad que debe ser estudiada cuanto antes, siempre teniendo en cuenta que hay que evaluar a los alumnos en estos ámbitos pero se deben interpretar los datos obtenidos con conocimiento y teniendo en cuenta muchas variables.
Como conclusión, mi opinión es que el informe PISA no es tan malo como lo vemos, a pesar de que ciertos aspectos se puedan mejorar; ya que prepara a nuestros alumnos/as para un futuro que está cargado de demandas a las que se debe saber como responder correctamente. Y aunque España parezca que está siempre "en la cola" del ranking, lo correcto no es querer implementar el sistema educativo finlandés (sin quitarle importancia) porque no tienen las mismas condiciones de vida y sistema político que en otros países y no se podría aplicar completamente.